Cómo reaccionar ante una muerte inesperada
El duelo por una muerte inesperada es muy distinto al duelo de una muerta natural u otra en la que ya podías hacerte a la idea de esa pérdida. Mientras que, cuando te lo esperas, puedes ir aceptándola poco a poco, si esta ocurre de forma inesperada todo cambia en cuestión de minutos.
Para superar y reaccionar ante una pérdida de este tipo hay que seguir consejos diferentes que para superar cualquier otro tipo de pérdida. ¿Quieres saber cuáles son esos consejos?
1. No te culpes por una muerte inesperada.
Una pérdida repentina conlleva una mayor sensación de culpa. No solo por el hecho de que puedas pensar que lo que hayas hecho pueda influir más o menos en la muerte de tu ser querido, sino porque también comenzarás a pensar cosas como «tuve que haberle dicho que…«, «nunca pudo hacer esto por mi culpa…«, etc.
No tienes la culpa de que esta persona haya fallecido ni tampoco de todo lo que pasara en los años anteriores. Piensa más en todo lo positivo, en todo lo bueno que pasasteis juntos y en cómo le mejoraste la vida a cada segundo como él o ella lo hizo contigo.
2. Acéptalo
El ser humano tiene un mecanismo básico de defensa que hace que no aceptemos la pérdida cuando es tan sorprendente. No estamos preparado para ello, por lo que el cuerpo nos hace «olvidar» esa pérdida y estar fríos y distantes.
Esto se produce para que el cuerpo y la mente puedan adaptarse a este suceso, pasando de un estado de rechazo total a la misma hasta el momento en el que nos damos cuentas de que la pérdida es irreversible.
Para acelerar ese proceso puedes probar algunas de las ideas que dimos en este artículo, las cuales te ayudarán a conseguir aceptar la muerte de un ser querido de una manera mucho más rápida e indolora.
3. Date tiempo ante una muerte inesperada.
Una muerte inesperada es un tipo de duelo mucho más traumático. Por lo tanto, el tiempo que debe de pasar esa persona para superarlo es mayor, puesto que la situación es totalmente chocante y mucho más dura.
Date tiempo, no quieras superarlo todo en dos días y acepta gradualmente la nueva realidad de tu vida.
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